viernes, 24 de febrero de 2012

Negro sobre Blanco. Tucupita. Febrero 2012. Año I. N° 2


E D I T O R I A L

Después de un repaso intensivo en eso del uso de las Nuevas Tecnologías de Información y Comunicación (NTICS), aquí estoy sacando adelante este hermoso Proyecto para nuestro Delta.

Por prescripción médica debo alejarme del estrés y las preocupaciones. Esa es la razón por la que en los últimos años me he refugiado en ese Oasis perdido en medio de la vida, como lo es la Poesía, pero conocí a Richard y pensó que… lo que me hacía falta era una buena dosis de Adrenalina y me hizo viajar dentro de sus sueños y aquí estoy ¡intentando hacerlos realidad!. Lo paradójico de toda esta aventura es que en realidad lo que yo necesito ¡es un Amor!, pero… de esos escondidos en mis Versos.

Yo, amante de la Matemática Financiera, la Contabilidad y del Análisis Financiero me he mudado al mundo Poético y ahora al Editorial. Me preocupa que no vaya a acabar mis días con ¡una crisis de identidad!

Salió el primer número, extrañando a las amigas Poetas Ligia Alvarado y Adriana Rengel. También sentí nostalgia por otros Valores Deltanos como Pompilio Monrroy, Manuel Cedeño, Donnny Sánchez, Juan Quijada, Teodardo González, José Díaz, Rossanny Salazar, Lucas Solórzano, Leoncio Quiñones, Edgar Milano, José Ángel Gazcón, Wanelgy Hospedales, María Cedeño, Jesús Araque, Miguel Lacourt, Rubisney Medrano, Sikiú Tamoy, Yordana Medrano, Daniel Yánez, José Zambrano y las decenas de Deltanos que aún no conozco… escondidos en sus artísticas Calles, Poblados y Caños. Con este panorama, es mucho el trabajo que me aguarda para poder localizarlos. Claro, la cuestión sería más sencilla si me invitaran a sus ¡fiestas de cumpleaños o  parrilladas!. De todas formas, si los ven, primero que yo, díganle que en estas páginas se les ¡espera con los brazos abiertos!

La cuestión es que a partir de esta segunda entrega vamos a incluir Secciones fijas e itinerantes como: Autores, Invitados Especiales, Entrevistas, Misivas Express, Talentos en mi Delta, Rostros de mi Tierra, Aconteceres Deltanos y Eventos; amén de las que se nos ocurran para darle mayor dinamismo a este Diario.

Si usted Amigo lector, seguidor de nuestro Blog, tiene algo que decir del quehacer Literario o Cultural de nuestro hermoso Delta, tiene noticias de la Ciudad, quiere publicitar algún Evento o tiene en su poder alguna carta hermosa que publicar… ¡exprésese!. Comuníquese al E-Mail: negrosobreblancoda2012@gmail.com. ¡Será un inmenso placer poder servirles!.

Por último, quiero decirles que no se acostumbren a “Editoriales tan extensos” porque como diría mi Amigo, el Profesor Héctor González, ya soy una “Señora Mayor” para andar en estos trotes.
Ismari Marcano
Directora - Editora
 
A U T O R E S

EDUARDO JOSÉ ESPINOZA ZAPATA
Nacido en la geografía Deltaica, Sociólogo y Psicólogo Social, egresado de la Universidad del Zulia.

Escritor y Poeta ingenuo, surgido de la legión de Poetas jóvenes en los años 80 en las calles del empedrado de Maracaibo.

En los actuales momentos, está dedicado a las aulas universitarias en la Universidad Politécnica Territorial Delta del Orinoco de Tucupita y a la construcción de artículos de opinión.
De Filosofía Escéptica, con una gran carga de desanimo al elogio.

EL VIENTRE Y EL GÉNERO

La muletilla casi ridícula, de donde surge la idea que la mujer sería el futuro del hombre, parece de poca gracia, sobre todo cuando de Poetas se trata. ¡Qué no haríamos para convencernos de que amamos cuando nos conformamos con obedecer las meras órdenes de la naturaleza! o rendirle culto a una letanía de poemas, pero en las bases del buen gusto, el amor o aquello que se hace pasar por él, merece perpetuidad.

Las mujeres no son ni el futuro, ni el pasado, ni el presente de los hombres. ¡Qué idea extraña y descabellada!. Demasiados siglos cristianos han enseñado lo contrario. Nos equivocaríamos si creyéramos que oponiéndonos sistemáticamente a esta extendida ideología decimos cosas inteligentes. La oposición a una estupidez, punto por punto, corre fuertemente el riesgo de ser también una estupidez. De allí, una invitación a pensar las citas y su correlato ideológico: “las mujeres serian mejores políticas que los hombres, aportarían aire fresco a este universo nauseabundo, tendrían éxito, allí donde los hombres fracasan, etc., etc., etc. Es una forma hábil y nueva de seguir despreciando a las mujeres.

Pues, ellas son absolutamente nuestras iguales, cosa que creo, hacen mal aquellos que los hombres hacen mal; el poder las corrompe en igual medida, la retórica las habita del mismo modo, la demagogia las anima con la misma constancia, las resignaciones las acompañan y las promesas no cumplidas, entre otras.

Allí donde la realidad por su naturaleza, disminuye a los hombres, afecta del mismo modo a las mujeres. Cuando los machos son inútiles, las hembras también lo son, ni más ni menos. La igualdad supone el fin de la discriminación negativa, la antigua, como la positiva, la nueva, la moderna, la que está de moda. Ni misoginia, ni falocracia, desde luego, pero tampoco ginefilia o vaginocracia. El hombre no es el futuro de la mujer, la mujer no es el futuro del hombre. Intrínsecamente, las mujeres no aportan nada que los hombres no hagan ya. Salvo, si se piensa que ellas son suaves por naturaleza, finas, gentiles, pacifistas, que tienen sentido de matiz allí donde los hombres son duros, pesados, gruesos, malvados, belicosos.

Si nos resignáramos a semejante visión del mundo, tendríamos que dar por realidad científica que los negros tienen sentido del ritmo, que los judíos aman el dinero, que los asiáticos son pérfidos, que los árabes y los colombianos genéticamente son delincuentes y que los guaraos biológicamente son holgazanes.

Que las mujeres desconfíen, cuando los hombres sostienen discursos tranquilizadores sobre ellas, esconden a menudo el deseo de seducirlas y limitarlas mejor. El dulce amargo poético envuelve maravillosamente la punta embebida de yuruma, con la cual el macho apunta a su presa con la certeza de no errarle. Cupido no es un angelito inocente,  sino un cazador sin fe y sin ley. Unas veces entona versos y adquiere la forma del Gabo, en su Obra El Amor en los Tiempos del Cólera, otras se oculta tras la pluma de un filosofo y redacta una misiva al estilo Rafael Rattia. Que las mujeres dejen de pensar que su plenitud pasa por la maternidad o el casamiento, puesto que, supone la exacerbación de su subjetividad y serán el futuro de ellas mismas, lo único que realmente importa. 


LUÍS BOADA


Nacido en Tucupita y residenciado en Paloma. Hijo de  Yoleida Valera.  Ingeniero de Petróleo, Poeta y Escritor. 

Su Obra no es más que la representación de sus vivencias, experiencias. Son un día a día, una “parte de su vivir” expresados con el más profundo sentimentalismo y pasión.  Luis,  le escribe al amor y al desamor, a la naturaleza y a su tierra. Él no ve límites, nada es imposible.

Solo dos cosas le interesan en la vida: El presente y qué hacer para mejorarlo.

LUGAR DE ENCANTO


Allí bordeados por Matasiete y Copei
Playas, yaques, mangos y licores
Donde los días son días solamente
Donde el ajeno también es hermano.

En ese lugar de mezclas increíbles
Donde locura y pasión conjugan
Y la tristeza y lujuria son solo mitos
Donde la adultez pareciera inexistente.

Allí, donde joropo, polo y Calipso se abrazan
Armando la más sublime y única canción
Donde el aire es tibio en las madrugadas
Y el sabor del café único de manos de Isabela

En ese lugar de almas parranderas
De paisajes e increíbles encantos de juventud
De azules tardes, de primaverales amaneceres
Lugar de fantasía, lugar de encanto…
  
                         Margarita, 27/08/2010 9:30 PM


                                     INFARTO

Ay amor, el corazón te ha traicionado
Como suave hálito de brisa nocturna
Marcha a la tierra de la que un día vino
Entre sollozos va, aún así va cantando.

Quien sabría que tu alma flaquearía
Desconsolada por el vago alimento
De un suspiro distante y ajeno
Destrozado por tu ira silente y fría.

Muchos años latió en tu pecho de flor
Años de amores; magias, encuentros.
Allí va, marchando hacia el infinito
Va al encuentro del divino creador.



ODA A MIS ORÍGENES 



De azules mañanas y arrebolados atardeceres,
Donde el sol nace en el Muro y se oculta en el Manamo
Allí en donde la locura invade a cualquier alma,
 Invitándola a los más indómitos encantos.

 Donde el anochecer era en la esquina
 Evitando las picaduras de mosquitos
Y engalanados con narraciones únicas de Pellín
Recordándonos a todos la grandeza de ser niños.

Ah, que deliciosos eran aquellos días
Ya recuerdo al caballo pepsicola y a taguarí
Al caimán, el llanero y la canoa que media un metro;
La terecay, los tigres y la mata de coco sin fin.

Donde Manco y Corila en la placita de Chango
Guateburro, el loco papa y Guaina por las calles
Unos con pampero otros con recio y con gabán
Recibían muy a menudo las madrugadas.

Allí donde el “metete pa` entro que hay plagas”
Y aquellos cartones que ahumaban a todos,
El  “zuas, zuas” de los pañuelos y gritos de “atocao”
Adornaban a diario las calles a las seis.

Ay de aquellos días grandiosos de mi niñez
Cuando todos invadidos por la aventura
Recorríamos alegres lagunas, praderas y sabanas
De ese majestuoso, encantador y fértil Muro.

Recuerdo a tío Guillo en su caballo blanco moteado
Y su “ya le digo compadre” que todos recordamos.
Y aquellos apetitosos bollitos de harina de maíz
Redonditos, saltarines, gomosos y muy codiciados.

Donde las tardes de alegría y de golosinas
Eran saciadas en las bodegas de Chango y Gollo.
En ellas todo había, desde pichas, pepitos, güevitos,
Galletas arita y media luna y caramelos redondeados.

Un maná eran aquellos momentos en mi boulevard
De trompos, papagallos, “pote pote” y la gallinita,
Días de Simón Rodríguez  y Capitán de Navío.
De futbol, beisbol, danzas y carreras en calles anegadas.

Donde noviembre y diciembre son únicos;
De ferias, buhoneros, luces, cohetes y alegría.
Donde la milagrosa con bendiciones nos cobija
Llenándonos de hermandad por todos compartida

Allí, donde envidia y mezquindad son inexistentes
Y cualquier  día es una excusa para festejar.
Donde mil veces nací y quisiera mil veces morir.
Es mi barrio, es mi gente; mi pasado y mi presente.


WANELGY HOSPEDALES


Nace el 05 de Noviembre del 1955, en la ciudad de Tucupita. Realiza sus estudios académicos en el At St Thommas Aquinas High School, en la isla de Trinidad & Tobago donde estudia el idioma Inglés y obtiene el título de General English Certificate en el año 1978. En la Actualidad es Docente jubilado del Ministerio del Poder Popular para la Educación.

Se inicia en el campo literario a la edad de 13 años. Le escribe a la naturaleza, al dolor, a la injusticia y hasta al mismo crimen. Llora y sufre en silencio. Amante apasionado que cuenta con más de 500 poesías inéditas.

POR ESA GLORIA

I
Para que el viento
reforce a la memoria
aquellos días, que juntos compartimos
me marcho allende
en busca de la gloria
que no encontré contigo

II
Y, en las naos del tiempo
De mi lánguido Sino
Una lágrima suelta en la distancia
Un silencio, un gemido

III
¡Un Ay! inenarrable
¡Un Ay de un ser herido!
Me marcho allende
en busca de la gloria
Dejando atrás
Lápida del olvido

IV
Y cuando el tiempo, inexorable marque
En los caminos, la estigma de los siglos
¡Un Ay! en la distancia escucharás
Por esa gloria que no encontré contigo
Tucupita, 02/05/98


LIGIA ALVARADO


Nativa del estado Sucre, hija de Oscar  Alvarado y Durcina Maritza Campos.

Residiendo en el Delta  del Orinoco, descubre su vocación por la escritura inspirada por escritos inéditos cargados de sentimientos que son reflejados en sus poemas que nos deleitan y apasionan. “La Alondra” transforma los avatares de la vida en enseñanzas y nos lleva a indargar sobre el sentido de ésta, logrando con ello cautivar nuestros corazones.

Los poemas de Alondra “son poemas cargados de fe, esperanzas, fortaleza ternura y el mas prioritario de todos, el amor…”


EL  OLVIDO

Olvídame, destiérrame de tu memoria y tus recuerdos
Desarraiga de tu piel mis caricias
y de tus labios mis besos.
No recuerdes ni medites en el pasado deleitoso
De felicidad que tortura tu corazón
Y despedaza tu espíritu,
Hazme errante en tus pensamientos,
Dame exilio a la tierra del olvido,
Hiéreme con tu silencio, sáname con tu olvido.
No me pienses, no me ames, no me llames
En el susurrar de tu voz, más bien olvídame,
Aborréceme, desarráigame de tu ser
Y alivia tu dolor.
Víveme en tu olvido y haz nublar tus recuerdos,
Échalos en lo profundo de la mar:
Olvida mi amor para
Yo olvidar.

Poema contenido en el libro “El vuelo de la Alondra”.
 Disponible en las Librerías del Sur
 y en la Biblioteca del Estado


 ISMARI MARCANO 


Docente Universitaria, investigadora, poeta y escritora. Nace un 07 de Diciembre en la ciudad de Tucupita, estado Delta Amacuro.  
 
Su afición por la poesía, es desde siempre y para… siempre. Cree en Dios por sobre todas las cosas y en el Don divino que poseen los versos y la prosa como medio de expresión y comunicación… del sentir humano. 

“Mis Versos Para Un Bicentenario” (2010), “Cuarenta Poemas Para Un Solo Amor” (2011) y “Senderos Ocultos” (2011), son algunas de sus obras publicadas. Todas ellas colmadas de versos que ponen de manifiesto sus anhelos.
   
Entre sus obras inéditas se encuentran: Relatos para la Reflexión, Vehemencias, En el Umbral de mis Anhelos, Vereda de Cuentos  y Alas de Consuelo.


PROSAS EN DESCONSUELO

La retirada de mi Madre fue como su propia existencia… porque nunca la creí dueña de una vida.  
            
¡En fin!... sin molestias a nadie… en silencio y rápido. ¡Cómo siempre lo había deseado!. Su Visa al Cielo…se la ganó con una vida de tesón y bondad. ¡Claro!... tenía sus defectos, pero… ¿quién escapa de ellos? 
No sé… si mi Madre, alguna vez pensó en el dolor que causaría con su partida o… en las PROSAS EN DESCONSUELO que le dedicaría

A la Memoria de mi Madre…
Marcelina Dicurú de Marcano

NUEVA RUTINA

Ya no llega pensando en los deslices emotivos de antaño. Su mirada no refleja los destellos del Sol… ni sus ojos los otroras Nimbos apresurados.

Todo le resulta extraño… ya no vislumbra las sendas conducentes a la alegría… ni a las risas de las amigas.

Su mirada se ha hecho noche y sus ojos exhiben el color rojizo del agobio. Sus oídos están sordos a la algarabía de la festividad navideña que se acerca.

Ya no llega al Pueblo… ¡veloz! bajando por la calle San Cristóbal. Burlándose de los obstáculos en la vía. ¡Disfrutando de la libertad producida por la prisa!.

Ahora, llega lenta… como marginada llovizna… como olvidado hastío.

Entra por la avenida Perimetral acompañando una procesión invisible de lágrimas… directo al Cementerio.

El dolor cambió su vida y le ofreció como venerable obsequio… una nueva rutina.


DESOLACIÓN 

¡Vive!... pero, más bien creo… existe al ritmo del capricho de cada hora.

Va y viene sin ningún sentido… sin ningún incentivo.

Se le ve yendo… se le ve viniendo por la ruta de su marcado martirio. Como una sombra transita día a día… la cuesta arriba de su vida.

La Aurora la descubre desolada en la ribera del Caño y… apenada, la baña con su tenue luz para alejarle la fría Bruma de su agonía.

Una vez más, como hace semanas, ha amanecido lavando con sus lágrimas la Puerta de entrada… al Campo Santo.


I N V I T A D O S   E S P E C I A L E S


JHONNY OLIVIER MONTAÑO

 Caraqueño. Desde el año 1979 residenciado en Ciudad Guayana, Ingeniero Industrial, Trabajador de SIDOR, Poeta y Escrito.

Miembro de la Sociedad Venezolana de Arte Internacional (SVAI) y La Unión Hispanoamericana de Escritores (UHE).

Reconocimientos:  1° Lugar Concurso Nacional de Literatura Infantil "Don Simón Rodríguez" II Edición 2006.  Mención Especial Concurso Internacional de Literatura Infantil "Los Zapaticos de Rosa" 2011. Editorial Voces de Hoy.

“Me apasiona la literatura porque a través de ella los sueños se hacen realidad…”

CENIZAS ETÉREAS

Exiliado en mi atrio andariego  
ansío ver la luz de la cordura estéril
cuando la voz eterna del pasado
me corteje con su canto pertinaz.

Agraciado en el palco de la convicción
espero tener palabras como albricias
sin reparo sobre las hojas blanquecinas
cuando la veste de mis sueños me acaricie.

Las cenizas etéreas aguardan esparcidas
en el albor de la noche bajo las estrellas
sobre los suelos de arcilla de los caminos
olvidados en el destierro y sus huellas… 


LEJANÍA
(Cuento)

Había una tierra muy lejana, la cual todos conocían como Lejanía. Los habitantes de aquella tierra solitaria eran conocidos como los Lejanos, eran personas de pequeña estatura, rostro jocoso, con nariz redondeada, cabello abundante y rojizo, sin embargo, en algunos ancianos se moteaban de grises con el pasar de los años. Vivían en casas de piedras azules que obtenían de una montaña que consideraban sagrada y que llamaban, El Retiro, pocos eran los habitantes de Lejanía que podían ir a esta montaña, ya que debían tener una característica física muy peculiar, el pie izquierdo debía ser más grande que el otro, de lo contrario no podían ir jamás para El Retiro. Sin embargo, eran pocos los Lejanos que nacían con esta extraña deformación, la cual era vista por ellos como una bendición de los Dioses de la montaña más lejana de todas las montañas conocidas.

En todo el pueblo había un solo zapatero, el Sr. Zarpa, quien tenía una posición notable dentro de la comunidad, pues era él quien fabricaba los calzados para todos los Lejanos. Su hijo, Ángelo, siempre lo ayudaba en su oficio cuando llegaba del colegio, pero sólo era un niño que soñaba con ser igual a su padre, su madre era una mujer dedicada al hogar, cumplía con integridad todos sus quehaceres como ama de casa, esposa, madre, vecina y amiga.

Ángelo, siempre tubo la curiosidad de saber cómo era la montaña de El Retiro, pero no podía ni siquiera pensar en llegar hasta ella, ya que sus dos pies eran exactamente del mismo tamaño, era un niño normal, pero más aventurero de lo esperado para los habitantes de un pueblo tan tranquilo como Lejanía. Todos los días cuando se dirigía al colegio, siempre tomaba un sendero que pasaba muy cerca de El Retiro, con el propósito de tratar de observar algo, cualquier cosa, dentro de aquella mítica montaña en donde eran pocas las personas que podían trabajar.

En ocasiones podía ver a lo lejos, desde el portón principal que separaba la montaña de todo el pueblo, algunas personas trabajando dentro de las instalaciones que siempre había querido conocer, le llamaba mucho la atención esa extraña condición que debían tener el pie izquierdo más grande que el derecho, por lo tanto, siempre trataba de verle los pies a los trabajadores de El Retiro, pero nunca podía vérselos claramente.
La vida de Lejanía era muy tranquila y feliz, pues cada quien se dedicaba a lo suyo con mucha disciplina y dedicación.

Una vez cada Lejario, es decir, cuando la luna adoptaba la forma de una carita feliz y se posicionaba justamente sobre la montaña sagrada de El Retiro, los Lejanos  acostumbraban a rendir culto a los Dioses de la montaña acompañados de todos sus familiares, las mujeres preparaban deliciosas comidas, los niños se dedicaban a jugar, mientras que los hombres contaban historias, leyendas sobre la montaña sagrada, eran días inolvidables y siempre estaban esperando a que se cumpliera un nuevo Lejario, para volver a celebrar todos juntos como una gran familia.

Un día mientras Ángelo se encontraba trabajando con su padre en la fabricación de zapatos, se le ocurrió una gran idea para poder entrar en la montaña sagrada, pensó en fabricar un par de zapatos para él mismo, tomando en cuenta que el calzado izquierdo debía ser un poco más grande que el derecho y de esta manera por fin tendría la oportunidad de poder visitar aquella montaña y así poder conocer cuál era el secreto que guardaba en su interior. Hasta que al fin llegó el gran día, una vez dentro de la montaña Ángelo, quedó atónito viendo toda aquella maquinaria con la cual extraían y posteriormente molían las míticas piedras azules con las cuales construían las casas del pueblo.  Y al fin pudo entender por qué los trabajadores de la montaña debían tener el pie izquierdo más grande que el derecho, había un máquina muy especial la cual fue creada por los Dioses de la montaña y que solamente podían operar personas que tuvieran ese peculiaridad en sus pies, debido a que el espacio donde fueron predispuestos los pedales de control de la máquina fueron diseñados intencionalmente con esas características por los Dioses, los cuales también tenían ese tipo de deformación en sus pies.

Ángelo, después de aquel día entendió por qué solamente algunos habitantes, y no todos, tenían esa peculiar condición en sus pies, por fin pudo entender que si todos los habitantes iban a la montaña a trabajar, entonces el pueblo quedaría desolado completamente, por lo tanto entendió que algunos Lejanos debían quedarse en el pueblo para cuidar de la mujeres y los niños, dedicarse a transmitir las tradiciones a los jóvenes del pueblo, es decir, que los Dioses habían hecho un excelente trabajo al no hacer a todos los Lejanos iguales y que por eso cada uno de ellos, a pesar de sus diferencias, era importante para que el pueblo pudiera seguir subsistiendo y protegiéndose a sí mismo a través del tiempo.

Ángelo, se dedicó a seguir estudiando y en sus ratos libres ayudaba a su padre en el oficio de la fabricación de los calzados para todos los habitantes de Lejanía y dejó que las personas elegidas hicieran el trabajo de la montaña sagrada…
Jhonny Olivier, 15/01/2012


M I S I V A S   E X P R E S S
  
Amigo… que te añoro:

Cuéntame que eres dichoso y que encontraste a la Mujer de tus sueños (risas).

Yo, como siempre intentando no naufragar en el desespero mientras... busco un motivo, que no sea el Amor, al cual aferrarme. Al menos, la Soledad me ha resultado una compañía ¡encomiable (risas). No sabes cómo he extrañado las noches de interminable mensajería que compartíamos, pero, últimamente, he mantenido una disputa con la Artritis… la cual pierdo de vez en cuando y… escribir a veces, es un suplicio.

Desde la muerte de mi Madre, hace dos meses, ando más pérdida que nunca… entre el agobio y la incertidumbre. Te cuento que no la lloré. Todo se derrumbaba a mi alrededor y tú sabes… ¡Un Poeta es el último árbol en caer!. Siento no haber tenido un Amigo en cuyo hombro llorar. Creo que todo mundo supuso que... no lo necesitaba.

Pero, como Dios no abandona, acepté dos hermosos Proyectos que voy a dirigir en Tucupita: La Sociedad de Poetas Andrés Eloy Blanco y el Periódico de corte literario y cultural Negro sobre Blanco.

Te cuento que deliro con escucharte recital tus Versos… esos que causan envidia al mismísimo destino. Presiento que debes pecar con lo sublime y  llegar hondo... muy hondo en cualquier Alma que te escuche.

La Planilla de Inscripción en la Sociedad de Poetas, me la llenas y me la das cuando tu mujer… te deje verme. Te parece? (risas). En el reglón de Dirección, anota, por favor, parroquia, municipio, etc. Si quieres, incluye las coordenadas de tu cama… por si algún día, mis sueños escapan de mis Versos y me dejan verte prisionero de la inconsciente calma.

Del segundo Proyecto, Negro sobre Blanco, te digo, que éste si ¡te va a encantar!. Estos Amigos andan en la misma onda tuya: expansión e inclusión. Además, quiero que me ayudes a planear actividades de corte literario en el Tecnológico. Estás en mi Agenda para tomarnos un Café cuando vuelva al Pueblo... a la sagrada Tierra del Agua.

Sé... que escribes como Profeta y ésta es ¡una gran oportunidad!

Por lo pronto, espero de ti un gran abrazo y que me apoyes en estos retos que estoy asumiendo.

Besos
 

           ¡Hola amantísima y profunda Mujer!

Un mensaje tuyo en estos días me alegró, me sacó de ese marasmo estado depresivo que últimamente, cubre la sombra que se esconde tras mi alma.

Te miré el Día del Profesor Universitario en el Tecnológico fablando con tus letras, ¡estabas bella! y me interrogué yo mismo: "Mujer que Ángel te amó… que te dejó tanta alegría”. Sentí el mismo orgullo que hace tiempo tembló en mi piso, el cual tenía la idea de ser duro y fuerte, pero… ¡tú eres más fuerte!.

Lamento lo sucedido en ese encuentro inevitable de tu Mamá con esa señora que fatiga la vida, llamada muerte. No me enteré a pesar de vivir en esta Comarca. No me siento  o no me ha dado tiempo de sentirme pasajero de esta nave… por eso los soles y las noches pasan sin ningún preaviso frente a mí. Quizás, de percatarme te hubiese prestado mi hombro para que posaras tu dolor un rato.

De mi, te digo que extinguí mis horas en una poblada soledad y un bullicio de emociones mezquinas que no comparten sino con mi carne. Hace aproximadamente seis meses me rendí del gargarismo conyugal. Creo que mi agresivo anticristianismo, no me permite calzar botas de hierro que me mantengan inmóvil comulgando en una sola fe, como las religiones monoteístas. Me he percatado que la vida sobre la tierra es una ficción, solo cuenta un mundo invisible poblados de criaturas que harían palidecer los cuentos de los niños.

Últimamente, he sentido curiosidad por las cosas divinas. Te invito que nos agarremos de las manos y empecemos a fablar con un Dios que lo ve todo, un Barbudo que parte el mar en dos, una Virgen que procrea, un Muerto que resucita, un Profeta abstemio que detesta los embutidos. Anda, te invito amada Mujer, hagamos reuniones para celebrar las actividades intelectuales que convocan a la razón, a la deducción… a la inteligencia. Anda, te invito también a que nos repropiemos de nuestros cuerpos para arrancarnos los demonios que por siglos nos han gobernado. Anda, no tengas miedo que la vida se vive y se construye resistiendo a las pulsiones de muerte de uno mismo.

Me atrevería a decirte que ¡Te Amo... así como eres!.

Tuyo....... 

R O S T R O S   D E   M I   T I E R R A


OLIVER RAFAEL MARCANO

Este alegre Deltano nació el 03 de Diciembre de 1948. Es un talentoso artesano que vive en Carapal de Guara. Para la elaboración de sus bellas artesanías, prefiere la madera. Según él… ésta no protesta cuando con sus caricias la convierte en aviones, barcos, casas, chalanas y… ¡para Usted de contar!.

También es cantante y le mete al Cuatro… sobre todo si anda enamorado. En las Entidades Bancarias, ¡jamás lo verán en la cola de la Taquilla que corresponde a las personas de la tercera edad!

Ha tenido tres hijos, pero aún permanece soltero… por si aparece alguna interesada.
 

A C O N T E C E R E S   D E L T A N O S

ADIOS… LUC  HILAIRE  ZANÓN

Se necesita mala suerte y ser bien tímido para no haber conocido al negro Zanón. Las generaciones del 60, 70 y 80 del legendario liceo Néstor Luís Pérez, tuvimos frente a nosotros a este hombre de tez oscura y gramática ligera, originaria de su descendencia haitiana. Articulaba tres lenguas: francés, inglés  y español que daba como resultado ese patuá inusual a nuestros oídos que debían que ser entrenados para entrar en su código comunicativo.

Creo que fui un privilegiado al tenerlo como mi Profesor de Francés. Con él aprendí la importancia y el desarrollo de la lengua del mundo. Era un Maestro Integral que hablaba del código de las vivencias de la vida.

La última vez que lo vi, ya no tenía su marcada sonrisa que por siempre me regaló. La parálisis que recorría su tejido muscular le impedía todavía hablar, aunque se esforzaba por hacerlo de forma lenta y apagada. El ruido de la soledad en que vivía, desde su jubilación del quehacer educativo, atacaba constantemente su motricidad y le había ido anulando algunos anillos de su columna vertebral, en un perverso juego para cerrarle poco a poco, cada una de las puertas de la esperanza, dejándolo sin salida.

En una tarde del pasado Noviembre, tomamos café en una de las panaderías del Pueblo. En esa conversación le pregunté: ¿Cómo se siente Profe? Me respondió, me siento bien, sólo necesito un puñado de mis antiguos alumnos para hablar. No presentí, que lo que añoraba era despedirse de sus discípulos. Hablamos de las fantasías porque el viejo Maestro, al igual que yo, hemos afirmado que suele haber más verdad en la ficción que en la realidad. Enseñar mis lecciones de física, matemática y francés es la única razón para seguir vivo, me dijo. Siempre fue así Maestro, le respondí exageradamente.

Vi y sentí que ya no podía sonreír, ni siquiera con los ojos. A lo largo del café lanzó ironías e hizo chistes, pero sin abandonar esa tristeza profunda, abismal, esa sombra en el ceño, ese velo de oscuridad en la mirada. Ahora, entiendo que no era un problema de enfermedad alguna. Estaba rodeado de muerte, lúcido en un cuerpo inmóvil, circunspecto, lúgubre, atrapado en una cuenta regresiva que nadie podía detener. El Profe Zanón se pasó la vida buscando lo que ya había encontrado, por eso se prometía con hermosas mentiras cosas para un futuro que no existiría.

Eduardo Espinoza


RECORDANDO A… ZANÓN

Lo recuerdo llegando en su camioneta verde por la polvorienta carretera. En La Camiona, como decía en ese extraño lenguaje para una niña de algunos nueve años. Lo recuerdo… llegando a casa de los Abuelos en Palo Blanco… los sábados después de medio día para saborear la bebida de Cacao y disfrutar de esas extrañas charlas con mi abuela Bocha, las cuales mis ángeles años… nunca pudieron descifrar.

Era dulce… miel con los niños, pues…tal vez añoraba los hijos que su esposa, para ese entonces, no procreaba. ¡Era alto!…tan alto que decía dormir con una banqueta al extremo de la cama para apoyar parte de sus piernas que sobresalían. Era alto, pero ¡tan alto! que cuando el sol se posaba en mi frente… no alcanzaba a ver su rostro. Negro… desgarbado… ¡alto, muy alto! Era… ¡un hombre inmenso! como su tierna sonrisa enmarcada en unos dientes blancos… ¡muy blancos!… adornados con oro.

Lo recuerdo en el Liceo, pronunciando mi apellido… en las temibles clases de Física. Me parece escucharlo de nuevo diciéndome… con esa hermosa sonrisa: Marcano… usted es muy, muy inteligente, sólo que no ha aprendido nada de Óptica.

Me duele aún, haber obtenido en una oportunidad, una calificación de Cero en un examen. Tiemblo solo al recordar ese incidente ¡Ooohh... Marcano!. Tiene Cero, pero no se desanime… puede recuperarse. Desde ese entonces, mi corazón sabía que su intención no era humillarme. Sólo lo decía…aunque Usted no lo crea… para animarme.  Sinceramente, no sé que hubiera sido de mi vida, sino hubiera eliminado esa evaluación. Jamás sentí odio, ni resentimiento hacia él. ¡La Onda en el Néstor Luís, era sufrir por culpa de Zanón!

Seducida por la sabiduría, me gradué en la Universidad y cuando volvía al Pueblo, fueron…pocas… muy escasas las ocasiones en las que conversé con él. ¡Qué tristeza me da!... ¡qué pesar siento!... pero, ahora…  ¿de qué me vale?

A Zanón… lo recuerdo Negro… alto… ¡muy alto!... de sonrisa dulce, ingenua y sincera. Lo recuerdo respetado por sus alumnos. Prueba de ello, son las distintas Promociones de Bachilleres que él apadrinó.

A Zanón, lo veo dibujando con la tiza, aún… más blanca con el contraste de su tez. Lo recuerdo trazando a pulso… aquellos círculos, casi perfectos… hechos con un rápido giro de su largo brazo. A Zanón… lo veo sonriendo orgulloso de su obra expuesta en  la pizarra verde esperanza. ¡Esperanza de adolescentes!... ¡esperanza de un ejemplar Docente!

A Zanón… sólo me queda imaginarlo negro… desgarbado… ¡alto, muy alto!... vestido de blanco… en alguna dimensión del Cielo…con su tierna sonrisa enmarcada en unos dientes blancos…¡muy blancos!… adornados con oro.
Ismari Marcano