E D I T O R I A L
Después de un repaso
intensivo en eso del uso de las Nuevas Tecnologías de Información y
Comunicación (NTICS), aquí estoy sacando adelante este hermoso Proyecto para
nuestro Delta.
Por prescripción
médica debo alejarme del estrés y las preocupaciones. Esa es la razón por la
que en los últimos años me he refugiado en ese Oasis perdido en medio de la
vida, como lo es la Poesía, pero conocí a Richard y pensó que… lo que me hacía
falta era una buena dosis de Adrenalina y me hizo viajar dentro de sus sueños y
aquí estoy ¡intentando hacerlos realidad!. Lo paradójico de toda esta aventura
es que en realidad lo que yo necesito ¡es un Amor!, pero… de esos escondidos en
mis Versos.
Yo, amante de la
Matemática Financiera, la Contabilidad y del Análisis Financiero me he mudado
al mundo Poético y ahora al Editorial. Me preocupa que no vaya a acabar mis
días con ¡una crisis de identidad!
Salió el primer
número, extrañando a las amigas Poetas Ligia Alvarado y Adriana Rengel. También
sentí nostalgia por otros Valores Deltanos como Pompilio Monrroy, Manuel
Cedeño, Donnny Sánchez, Juan Quijada, Teodardo González, José Díaz, Rossanny
Salazar, Lucas Solórzano, Leoncio Quiñones, Edgar Milano, José Ángel Gazcón,
Wanelgy Hospedales, María Cedeño, Jesús Araque, Miguel Lacourt, Rubisney
Medrano, Sikiú Tamoy, Yordana Medrano, Daniel Yánez, José Zambrano y las
decenas de Deltanos que aún no conozco… escondidos en sus artísticas Calles,
Poblados y Caños. Con este panorama, es mucho el trabajo que me aguarda para
poder localizarlos. Claro, la cuestión sería más sencilla si me invitaran a sus
¡fiestas de cumpleaños o parrilladas!.
De todas formas, si los ven, primero que yo, díganle que en estas páginas se
les ¡espera con los brazos abiertos!
La cuestión es que a
partir de esta segunda entrega vamos a incluir Secciones fijas e itinerantes como:
Autores, Invitados Especiales, Entrevistas,
Misivas Express, Talentos en mi Delta, Rostros de mi Tierra, Aconteceres
Deltanos y Eventos; amén de las que se nos ocurran para darle mayor
dinamismo a este Diario.
Si usted Amigo
lector, seguidor de nuestro Blog, tiene algo que decir del quehacer Literario o
Cultural de nuestro hermoso Delta, tiene noticias de la Ciudad, quiere
publicitar algún Evento o tiene en su poder alguna carta hermosa que publicar…
¡exprésese!. Comuníquese al E-Mail: negrosobreblancoda2012@gmail.com.
¡Será un inmenso placer poder servirles!.
Por último, quiero
decirles que no se acostumbren a “Editoriales tan extensos” porque como diría
mi Amigo, el Profesor Héctor González, ya soy una “Señora Mayor” para andar en estos
trotes.
Ismari Marcano
Directora - Editora
A U T O R E S
EDUARDO JOSÉ ESPINOZA ZAPATA
Nacido
en la geografía Deltaica, Sociólogo y Psicólogo Social, egresado de la
Universidad del Zulia.
Escritor y Poeta ingenuo,
surgido de la legión de Poetas jóvenes en los años 80 en las calles del
empedrado de Maracaibo.
En los actuales momentos,
está dedicado a las aulas universitarias en la Universidad Politécnica
Territorial Delta del Orinoco de Tucupita y a la construcción de artículos de
opinión.
De Filosofía Escéptica, con
una gran carga de desanimo al elogio.
EL VIENTRE Y EL GÉNERO
La muletilla casi ridícula, de donde surge la idea
que la mujer sería el futuro del hombre, parece de poca gracia, sobre todo
cuando de Poetas se trata. ¡Qué no haríamos para convencernos de que amamos
cuando nos conformamos con obedecer las meras órdenes de la naturaleza! o
rendirle culto a una letanía de poemas, pero en las bases del buen gusto, el
amor o aquello que se hace pasar por él, merece perpetuidad.
Las mujeres no son ni el futuro, ni el pasado, ni el
presente de los hombres. ¡Qué idea extraña y descabellada!. Demasiados siglos
cristianos han enseñado lo contrario. Nos equivocaríamos si creyéramos que
oponiéndonos sistemáticamente a esta extendida ideología decimos cosas
inteligentes. La oposición a una estupidez, punto por punto, corre fuertemente
el riesgo de ser también una estupidez. De allí, una invitación a pensar las
citas y su correlato ideológico: “las mujeres serian mejores políticas que los
hombres, aportarían aire fresco a este universo nauseabundo, tendrían éxito,
allí donde los hombres fracasan, etc., etc., etc. Es una forma hábil y nueva de
seguir despreciando a las mujeres.
Pues, ellas son absolutamente nuestras iguales, cosa
que creo, hacen mal aquellos que los hombres hacen mal; el poder las corrompe
en igual medida, la retórica las habita del mismo modo, la demagogia las anima
con la misma constancia, las resignaciones las acompañan y las promesas no
cumplidas, entre otras.
Allí donde la realidad por su naturaleza, disminuye
a los hombres, afecta del mismo modo a las mujeres. Cuando los machos son
inútiles, las hembras también lo son, ni más ni menos. La igualdad supone el
fin de la discriminación negativa, la antigua, como la positiva, la nueva, la
moderna, la que está de moda. Ni misoginia, ni falocracia, desde luego, pero
tampoco ginefilia o vaginocracia. El hombre no es el futuro de la mujer, la mujer
no es el futuro del hombre. Intrínsecamente, las mujeres no aportan nada que
los hombres no hagan ya. Salvo, si se piensa que ellas son suaves por naturaleza,
finas, gentiles, pacifistas, que tienen sentido de matiz allí donde los hombres
son duros, pesados, gruesos, malvados, belicosos.
Si nos resignáramos a semejante visión del mundo,
tendríamos que dar por realidad científica que los negros tienen sentido del
ritmo, que los judíos aman el dinero, que los asiáticos son pérfidos, que los
árabes y los colombianos genéticamente son delincuentes y que los guaraos
biológicamente son holgazanes.
Que las mujeres desconfíen, cuando los hombres
sostienen discursos tranquilizadores sobre ellas, esconden a menudo el deseo de
seducirlas y limitarlas mejor. El dulce amargo poético envuelve
maravillosamente la punta embebida de yuruma, con la cual el macho apunta a su
presa con la certeza de no errarle. Cupido no es un angelito inocente, sino un cazador sin fe y sin ley. Unas veces
entona versos y adquiere la forma del Gabo, en su Obra El Amor en los Tiempos
del Cólera, otras se oculta tras la pluma de un filosofo y redacta una misiva al
estilo Rafael Rattia. Que las mujeres dejen de pensar que su plenitud pasa por
la maternidad o el casamiento, puesto que, supone la exacerbación de su
subjetividad y serán el futuro de ellas mismas, lo único que realmente importa.
LUÍS BOADA
Nacido en Tucupita y residenciado en Paloma. Hijo de Yoleida Valera. Ingeniero de Petróleo, Poeta y Escritor.
Su
Obra no es más que la representación de sus vivencias, experiencias. Son un día
a día, una “parte de su vivir” expresados con el más profundo sentimentalismo y
pasión. Luis, le escribe al amor y al desamor, a la
naturaleza y a su tierra. Él no ve límites, nada es imposible.
Solo
dos cosas le interesan en la vida: El presente y qué hacer para mejorarlo.
LUGAR DE ENCANTO
Allí
bordeados por Matasiete y Copei
Playas,
yaques, mangos y licores
Donde
los días son días solamente
Donde
el ajeno también es hermano.
En
ese lugar de mezclas increíbles
Donde
locura y pasión conjugan
Y la
tristeza y lujuria son solo mitos
Donde
la adultez pareciera inexistente.
Allí,
donde joropo, polo y Calipso se abrazan
Armando
la más sublime y única canción
Donde
el aire es tibio en las madrugadas
Y el
sabor del café único de manos de Isabela
En
ese lugar de almas parranderas
De
paisajes e increíbles encantos de juventud
De
azules tardes, de primaverales amaneceres
Lugar
de fantasía, lugar de encanto…
Margarita, 27/08/2010
9:30 PM
INFARTO
Ay
amor, el corazón te ha traicionado
Como
suave hálito de brisa nocturna
Marcha
a la tierra de la que un día vino
Entre
sollozos va, aún así va cantando.
Quien
sabría que tu alma flaquearía
Desconsolada
por el vago alimento
De
un suspiro distante y ajeno
Destrozado
por tu ira silente y fría.
Muchos
años latió en tu pecho de flor
Años
de amores; magias, encuentros.
Allí
va, marchando hacia el infinito
Va
al encuentro del divino creador.
ODA A MIS ORÍGENES
De
azules mañanas y arrebolados atardeceres,
Donde
el sol nace en el Muro y se oculta en el Manamo
Allí
en donde la locura invade a cualquier alma,
Invitándola a los más indómitos encantos.
Donde el anochecer era en la esquina
Evitando las picaduras de mosquitos
Y
engalanados con narraciones únicas de Pellín
Recordándonos
a todos la grandeza de ser niños.
Ah,
que deliciosos eran aquellos días
Ya
recuerdo al caballo pepsicola y a taguarí
Al
caimán, el llanero y la canoa que media un metro;
La
terecay, los tigres y la mata de coco sin fin.
Donde
Manco y Corila en la placita de Chango
Guateburro,
el loco papa y Guaina por las calles
Unos
con pampero otros con recio y con gabán
Recibían
muy a menudo las madrugadas.
Allí
donde el “metete pa` entro que hay plagas”
Y
aquellos cartones que ahumaban a todos,
El “zuas, zuas” de los pañuelos y gritos de
“atocao”
Adornaban
a diario las calles a las seis.
Ay
de aquellos días grandiosos de mi niñez
Cuando
todos invadidos por la aventura
Recorríamos
alegres lagunas, praderas y sabanas
De
ese majestuoso, encantador y fértil Muro.
Recuerdo
a tío Guillo en su caballo blanco moteado
Y su
“ya le digo compadre” que todos recordamos.
Y
aquellos apetitosos bollitos de harina de maíz
Redonditos,
saltarines, gomosos y muy codiciados.
Donde
las tardes de alegría y de golosinas
Eran
saciadas en las bodegas de Chango y Gollo.
En
ellas todo había, desde pichas, pepitos, güevitos,
Galletas
arita y media luna y caramelos redondeados.
Un
maná eran aquellos momentos en mi boulevard
De trompos,
papagallos, “pote pote” y la gallinita,
Días
de Simón Rodríguez y Capitán de Navío.
De
futbol, beisbol, danzas y carreras en calles anegadas.
Donde
noviembre y diciembre son únicos;
De
ferias, buhoneros, luces, cohetes y alegría.
Donde
la milagrosa con bendiciones nos cobija
Llenándonos
de hermandad por todos compartida
Allí,
donde envidia y mezquindad son inexistentes
Y
cualquier día es una excusa para
festejar.
Donde
mil veces nací y quisiera mil veces morir.
Es
mi barrio, es mi gente; mi pasado y mi presente.
Nace
el 05 de Noviembre del 1955, en la ciudad de Tucupita. Realiza sus estudios
académicos en el At St Thommas Aquinas
High School, en la isla de Trinidad & Tobago donde estudia el idioma
Inglés y obtiene el título de General
English Certificate en el año 1978. En la Actualidad es Docente jubilado
del Ministerio del Poder Popular para la Educación.
Se
inicia en el campo literario a la edad de 13 años. Le escribe a la naturaleza,
al dolor, a la injusticia y hasta al mismo crimen. Llora y sufre en silencio.
Amante apasionado que cuenta con más de 500 poesías inéditas.
POR
ESA GLORIA
I
Para que el viento
reforce a la memoria
aquellos días, que juntos compartimos
me marcho allende
en busca de la gloria
que no encontré contigo
II
Y, en las naos del tiempo
De mi lánguido Sino
Una lágrima suelta en la distancia
Un silencio, un gemido
III
¡Un Ay! inenarrable
¡Un Ay de un ser herido!
Me marcho allende
en busca de la gloria
Dejando atrás
Lápida del olvido
IV
Y cuando el tiempo, inexorable marque
En los caminos, la estigma de los siglos
¡Un Ay! en la distancia escucharás
Por esa gloria que no encontré contigo
Tucupita, 02/05/98
Nativa
del estado Sucre, hija de Oscar Alvarado
y Durcina Maritza Campos.
Residiendo
en el Delta del Orinoco, descubre su
vocación por la escritura inspirada por escritos inéditos cargados de
sentimientos que son reflejados en sus poemas que nos deleitan y apasionan. “La
Alondra” transforma los avatares de la vida en enseñanzas y nos lleva a
indargar sobre el sentido de ésta, logrando con ello cautivar nuestros
corazones.
Los poemas de Alondra “son
poemas cargados de fe, esperanzas, fortaleza ternura y el mas prioritario de
todos, el amor…”
EL OLVIDO
Olvídame,
destiérrame de tu memoria y tus recuerdos
Desarraiga
de tu piel mis caricias
y de
tus labios mis besos.
No
recuerdes ni medites en el pasado deleitoso
De
felicidad que tortura tu corazón
Y
despedaza tu espíritu,
Hazme
errante en tus pensamientos,
Dame
exilio a la tierra del olvido,
Hiéreme
con tu silencio, sáname con tu olvido.
No
me pienses, no me ames, no me llames
En
el susurrar de tu voz, más bien olvídame,
Aborréceme,
desarráigame de tu ser
Y
alivia tu dolor.
Víveme
en tu olvido y haz nublar tus recuerdos,
Échalos
en lo profundo de la mar:
Olvida
mi amor para
Yo
olvidar.
Poema contenido en el libro “El vuelo de la Alondra”.
Disponible en las Librerías del Sur
y en la Biblioteca del Estado
ISMARI MARCANO
Docente
Universitaria, investigadora, poeta y escritora. Nace un 07 de Diciembre en la
ciudad de Tucupita, estado Delta Amacuro.
Su
afición por la poesía, es desde siempre y para… siempre. Cree en Dios por sobre
todas las cosas y en el Don divino que poseen los versos y la prosa como medio
de expresión y comunicación… del sentir humano.
“Mis Versos Para Un
Bicentenario” (2010), “Cuarenta Poemas Para Un Solo Amor” (2011) y “Senderos
Ocultos” (2011), son algunas de sus obras publicadas. Todas
ellas colmadas de versos que ponen de manifiesto sus anhelos.
Entre
sus obras inéditas se encuentran: Relatos
para la Reflexión, Vehemencias, En el Umbral de mis Anhelos, Vereda de
Cuentos y Alas de Consuelo.
PROSAS
EN DESCONSUELO
La
retirada de mi Madre fue como su propia existencia… porque nunca la creí dueña
de una vida.
¡En fin!... sin
molestias a nadie… en silencio y rápido. ¡Cómo siempre lo había deseado!. Su
Visa al Cielo…se la ganó con una vida de tesón y bondad. ¡Claro!... tenía sus
defectos, pero… ¿quién escapa de ellos?
No sé… si mi Madre, alguna vez pensó
en el dolor que causaría con su partida o… en las PROSAS EN DESCONSUELO que le
dedicaría
A la Memoria de mi Madre…
Marcelina Dicurú de Marcano
NUEVA RUTINA
Ya no
llega pensando en los deslices emotivos de antaño. Su mirada no refleja los
destellos del Sol… ni sus ojos los otroras Nimbos apresurados.
Todo
le resulta extraño… ya no vislumbra las sendas conducentes a la alegría… ni a
las risas de las amigas.
Su
mirada se ha hecho noche y sus ojos exhiben el color rojizo del agobio. Sus
oídos están sordos a la algarabía de la festividad navideña que se acerca.
Ya
no llega al Pueblo… ¡veloz! bajando por la calle San Cristóbal. Burlándose de
los obstáculos en la vía. ¡Disfrutando de la libertad producida por la prisa!.
Ahora,
llega lenta… como marginada llovizna… como olvidado hastío.
Entra
por la avenida Perimetral acompañando una procesión invisible de lágrimas…
directo al Cementerio.
El
dolor cambió su vida y le ofreció como venerable obsequio… una nueva rutina.
DESOLACIÓN
¡Vive!... pero, más bien creo… existe al
ritmo del capricho de cada hora.
Va
y viene sin ningún sentido… sin ningún incentivo.
Se
le ve yendo… se le ve viniendo por la ruta de su marcado martirio. Como una
sombra transita día a día… la cuesta arriba de su vida.
La
Aurora la descubre desolada en la ribera del Caño y… apenada, la baña con su
tenue luz para alejarle la fría Bruma de su agonía.
Una
vez más, como hace semanas, ha amanecido lavando con sus lágrimas la Puerta de
entrada… al Campo Santo.
I N V I T A D O S E S P E C I A L E S
JHONNY OLIVIER MONTAÑO
Caraqueño.
Desde el año 1979 residenciado en Ciudad Guayana, Ingeniero Industrial,
Trabajador de SIDOR, Poeta y Escrito.
Miembro
de la Sociedad Venezolana de Arte Internacional (SVAI) y La Unión
Hispanoamericana de Escritores (UHE).
Reconocimientos:
1° Lugar Concurso Nacional de Literatura
Infantil "Don Simón Rodríguez" II Edición 2006. Mención Especial Concurso Internacional de
Literatura Infantil "Los Zapaticos de Rosa" 2011. Editorial Voces de
Hoy.
“Me apasiona la literatura porque a través de ella los
sueños se hacen realidad…”
CENIZAS ETÉREAS
Exiliado
en mi atrio andariego
ansío
ver la luz de la cordura estéril
cuando
la voz eterna del pasado
me
corteje con su canto pertinaz.
Agraciado
en el palco de la convicción
espero
tener palabras como albricias
sin
reparo sobre las hojas blanquecinas
cuando
la veste de mis sueños me acaricie.
Las
cenizas etéreas aguardan esparcidas
en
el albor de la noche bajo las estrellas
sobre
los suelos de arcilla de los caminos
olvidados
en el destierro y sus huellas…
LEJANÍA
(Cuento)
Había
una tierra muy lejana, la cual todos conocían como Lejanía. Los habitantes de
aquella tierra solitaria eran conocidos como los Lejanos, eran personas de
pequeña estatura, rostro jocoso, con nariz redondeada, cabello abundante y
rojizo, sin embargo, en algunos ancianos se moteaban de grises con el pasar de
los años. Vivían en casas de piedras azules que obtenían de una montaña que
consideraban sagrada y que llamaban, El Retiro, pocos eran los habitantes de
Lejanía que podían ir a esta montaña, ya que debían tener una característica
física muy peculiar, el pie izquierdo debía ser más grande que el otro, de lo
contrario no podían ir jamás para El Retiro. Sin embargo, eran pocos los
Lejanos que nacían con esta extraña deformación, la cual era vista por ellos
como una bendición de los Dioses de la montaña más lejana de todas las montañas
conocidas.
En
todo el pueblo había un solo zapatero, el Sr. Zarpa, quien tenía una posición
notable dentro de la comunidad, pues era él quien fabricaba los calzados para
todos los Lejanos. Su hijo, Ángelo, siempre lo ayudaba en su oficio cuando
llegaba del colegio, pero sólo era un niño que soñaba con ser igual a su padre,
su madre era una mujer dedicada al hogar, cumplía con integridad todos sus
quehaceres como ama de casa, esposa, madre, vecina y amiga.
Ángelo,
siempre tubo la curiosidad de saber cómo era la montaña de El Retiro, pero no
podía ni siquiera pensar en llegar hasta ella, ya que sus dos pies eran
exactamente del mismo tamaño, era un niño normal, pero más aventurero de lo
esperado para los habitantes de un pueblo tan tranquilo como Lejanía. Todos los
días cuando se dirigía al colegio, siempre tomaba un sendero que pasaba muy
cerca de El Retiro, con el propósito de tratar de observar algo, cualquier
cosa, dentro de aquella mítica montaña en donde eran pocas las personas que
podían trabajar.
En
ocasiones podía ver a lo lejos, desde el portón principal que separaba la
montaña de todo el pueblo, algunas personas trabajando dentro de las
instalaciones que siempre había querido conocer, le llamaba mucho la atención
esa extraña condición que debían tener el pie izquierdo más grande que el
derecho, por lo tanto, siempre trataba de verle los pies a los trabajadores de
El Retiro, pero nunca podía vérselos claramente.
La
vida de Lejanía era muy tranquila y feliz, pues cada quien se dedicaba a lo
suyo con mucha disciplina y dedicación.
Una
vez cada Lejario, es decir, cuando la luna adoptaba la forma de una carita
feliz y se posicionaba justamente sobre la montaña sagrada de El Retiro, los
Lejanos acostumbraban a rendir culto a
los Dioses de la montaña acompañados de todos sus familiares, las mujeres
preparaban deliciosas comidas, los niños se dedicaban a jugar, mientras que los
hombres contaban historias, leyendas sobre la montaña sagrada, eran días
inolvidables y siempre estaban esperando a que se cumpliera un nuevo Lejario,
para volver a celebrar todos juntos como una gran familia.
Un
día mientras Ángelo se encontraba trabajando con su padre en la fabricación de
zapatos, se le ocurrió una gran idea para poder entrar en la montaña sagrada,
pensó en fabricar un par de zapatos para él mismo, tomando en cuenta que el
calzado izquierdo debía ser un poco más grande que el derecho y de esta manera
por fin tendría la oportunidad de poder visitar aquella montaña y así poder
conocer cuál era el secreto que guardaba en su interior. Hasta que al fin llegó
el gran día, una vez dentro de la montaña Ángelo, quedó atónito viendo toda
aquella maquinaria con la cual extraían y posteriormente molían las míticas piedras
azules con las cuales construían las casas del pueblo. Y al fin pudo entender por qué los
trabajadores de la montaña debían tener el pie izquierdo más grande que el
derecho, había un máquina muy especial la cual fue creada por los Dioses de la
montaña y que solamente podían operar personas que tuvieran ese peculiaridad en
sus pies, debido a que el espacio donde fueron predispuestos los pedales de
control de la máquina fueron diseñados intencionalmente con esas
características por los Dioses, los cuales también tenían ese tipo de
deformación en sus pies.
Ángelo, después de aquel día entendió por qué
solamente algunos habitantes, y no todos, tenían esa peculiar condición en sus
pies, por fin pudo entender que si todos los habitantes iban a la montaña a
trabajar, entonces el pueblo quedaría desolado completamente, por lo tanto
entendió que algunos Lejanos debían quedarse en el pueblo para cuidar de la
mujeres y los niños, dedicarse a transmitir las tradiciones a los jóvenes del
pueblo, es decir, que los Dioses habían hecho un excelente trabajo al no hacer
a todos los Lejanos iguales y que por eso cada uno de ellos, a pesar de sus
diferencias, era importante para que el pueblo pudiera seguir subsistiendo y
protegiéndose a sí mismo a través del tiempo.
Ángelo, se dedicó a seguir estudiando y en
sus ratos libres ayudaba a su padre en el oficio de la fabricación de los
calzados para todos los habitantes de Lejanía y dejó que las personas elegidas
hicieran el trabajo de la montaña sagrada…
Jhonny
Olivier, 15/01/2012
M I S I V A S E X P R E S S
Amigo… que te añoro:
Cuéntame
que eres dichoso y que encontraste a la Mujer de tus sueños (risas).
Yo,
como siempre intentando no naufragar en el desespero mientras... busco un
motivo, que no sea el Amor, al cual aferrarme. Al menos, la Soledad me ha
resultado una compañía ¡encomiable (risas). No sabes cómo he extrañado las
noches de interminable mensajería que compartíamos, pero, últimamente, he
mantenido una disputa con la Artritis… la cual pierdo de vez en cuando y…
escribir a veces, es un suplicio.
Desde
la muerte de mi Madre, hace dos meses, ando más pérdida que nunca… entre el agobio
y la incertidumbre. Te cuento que no la lloré. Todo se derrumbaba a mi
alrededor y tú sabes… ¡Un Poeta es el último árbol en caer!. Siento no haber
tenido un Amigo en cuyo hombro llorar. Creo que todo mundo supuso que... no lo necesitaba.
Pero,
como Dios no abandona, acepté dos hermosos Proyectos que voy a dirigir en
Tucupita: La Sociedad de Poetas Andrés Eloy Blanco y el Periódico de corte
literario y cultural Negro sobre Blanco.
Te
cuento que deliro con escucharte recital tus Versos… esos que causan envidia al
mismísimo destino. Presiento que debes pecar con lo sublime y llegar hondo... muy hondo en cualquier Alma que
te escuche.
La
Planilla de Inscripción en la Sociedad de Poetas, me la llenas y me la das
cuando tu mujer… te deje verme. Te parece? (risas). En el reglón de Dirección, anota, por favor, parroquia, municipio,
etc. Si quieres, incluye las coordenadas de tu cama… por si algún día, mis sueños
escapan de mis Versos y me dejan verte prisionero de la inconsciente calma.
Del
segundo Proyecto, Negro sobre Blanco, te digo, que éste si ¡te va a encantar!.
Estos Amigos andan en la misma onda tuya: expansión e inclusión. Además, quiero
que me ayudes a planear actividades de corte literario en el Tecnológico. Estás
en mi Agenda para tomarnos un Café cuando vuelva al Pueblo... a la sagrada
Tierra del Agua.
Sé...
que escribes como Profeta y ésta es ¡una gran oportunidad!
Por
lo pronto, espero de ti un gran abrazo y que me apoyes en estos retos que estoy
asumiendo.
Besos
¡Hola amantísima y profunda
Mujer!
Un
mensaje tuyo en estos días me alegró, me sacó de ese marasmo estado depresivo
que últimamente, cubre la sombra que se esconde tras mi alma.
Te
miré el Día del Profesor Universitario en el Tecnológico fablando con tus letras,
¡estabas bella! y me interrogué yo mismo: "Mujer que Ángel te amó… que te
dejó tanta alegría”. Sentí el mismo orgullo que hace tiempo tembló en mi piso,
el cual tenía la idea de ser duro y fuerte, pero… ¡tú eres más fuerte!.
Lamento
lo sucedido en ese encuentro inevitable de tu Mamá con esa señora que fatiga la
vida, llamada muerte. No me enteré a pesar de vivir en esta Comarca. No me siento
o no me ha dado tiempo de sentirme
pasajero de esta nave… por eso los soles y las noches pasan sin ningún preaviso
frente a mí. Quizás, de percatarme te hubiese prestado mi hombro para que
posaras tu dolor un rato.
De
mi, te digo que extinguí mis horas en una poblada soledad y un bullicio de
emociones mezquinas que no comparten sino con mi carne. Hace aproximadamente
seis meses me rendí del gargarismo conyugal. Creo que mi agresivo
anticristianismo, no me permite calzar botas de hierro que me mantengan inmóvil
comulgando en una sola fe, como las religiones monoteístas. Me he percatado que
la vida sobre la tierra es una ficción, solo cuenta un mundo invisible poblados
de criaturas que harían palidecer los cuentos de los niños.
Últimamente,
he sentido curiosidad por las cosas divinas. Te invito que nos agarremos de las
manos y empecemos a fablar con un Dios que lo ve todo, un Barbudo que parte el
mar en dos, una Virgen que procrea, un Muerto que resucita, un Profeta abstemio
que detesta los embutidos. Anda, te invito amada Mujer, hagamos reuniones para
celebrar las actividades intelectuales que convocan a la razón, a la deducción…
a la inteligencia. Anda, te invito también a que nos repropiemos de nuestros
cuerpos para arrancarnos los demonios que por siglos nos han gobernado. Anda, no
tengas miedo que la vida se vive y se construye resistiendo a las pulsiones de
muerte de uno mismo.
Me
atrevería a decirte que ¡Te Amo... así como eres!.
Tuyo.......
R O S T R O S D E M I T I E R R A
OLIVER RAFAEL MARCANO
OLIVER RAFAEL MARCANO
Este
alegre Deltano nació el 03 de Diciembre de 1948. Es un talentoso artesano que
vive en Carapal de Guara. Para la elaboración de sus bellas artesanías,
prefiere la madera. Según él… ésta no protesta cuando con sus caricias la
convierte en aviones, barcos, casas, chalanas y… ¡para Usted de contar!.
También
es cantante y le mete al Cuatro… sobre todo si anda enamorado. En las Entidades
Bancarias, ¡jamás lo verán en la cola de la Taquilla que corresponde a las
personas de la tercera edad!
Ha
tenido tres hijos, pero aún permanece soltero… por si aparece alguna interesada.
A C O N T E C E R E S D E L T A N O S
ADIOS… LUC
HILAIRE ZANÓN
Se necesita mala
suerte y ser bien tímido para no haber conocido al negro Zanón. Las
generaciones del 60, 70 y 80 del legendario liceo Néstor Luís Pérez, tuvimos
frente a nosotros a este hombre de tez oscura y gramática ligera, originaria de
su descendencia haitiana. Articulaba tres lenguas: francés, inglés y español que daba como resultado ese patuá
inusual a nuestros oídos que debían que ser entrenados para entrar en su código
comunicativo.
Creo que fui un privilegiado
al tenerlo como mi Profesor de Francés. Con él aprendí la importancia y el desarrollo
de la lengua del mundo. Era un Maestro Integral que hablaba del código de las
vivencias de la vida.
La última vez que
lo vi, ya no tenía su marcada sonrisa que por siempre me regaló. La parálisis
que recorría su tejido muscular le impedía todavía hablar, aunque se esforzaba
por hacerlo de forma lenta y apagada. El ruido de la soledad en que vivía,
desde su jubilación del quehacer educativo, atacaba constantemente su
motricidad y le había ido anulando algunos anillos de su columna vertebral, en
un perverso juego para cerrarle poco a poco, cada una de las puertas de la
esperanza, dejándolo sin salida.
En una tarde del
pasado Noviembre, tomamos café en una de las panaderías del Pueblo. En esa
conversación le pregunté: ¿Cómo se siente Profe? Me respondió, me siento bien,
sólo necesito un puñado de mis antiguos alumnos para hablar. No presentí, que
lo que añoraba era despedirse de sus discípulos. Hablamos de las fantasías
porque el viejo Maestro, al igual que yo, hemos afirmado que suele haber más
verdad en la ficción que en la realidad. Enseñar mis lecciones de física,
matemática y francés es la única razón para seguir vivo, me dijo. Siempre fue
así Maestro, le respondí exageradamente.
Vi y sentí que ya
no podía sonreír, ni siquiera con los ojos. A lo largo del café lanzó ironías e
hizo chistes, pero sin abandonar esa tristeza profunda, abismal, esa sombra en
el ceño, ese velo de oscuridad en la mirada. Ahora, entiendo que no era un
problema de enfermedad alguna. Estaba rodeado de muerte, lúcido en un cuerpo
inmóvil, circunspecto, lúgubre, atrapado en una cuenta regresiva que nadie
podía detener. El Profe Zanón se pasó la vida buscando lo que ya había
encontrado, por eso se prometía con hermosas mentiras cosas para un futuro que
no existiría.
Eduardo Espinoza
RECORDANDO A… ZANÓN
Lo recuerdo
llegando en su camioneta verde por la polvorienta carretera. En La Camiona,
como decía en ese extraño lenguaje para una niña de algunos nueve años. Lo
recuerdo… llegando a casa de los Abuelos en Palo Blanco… los sábados después de
medio día para saborear la bebida de Cacao y disfrutar de esas extrañas charlas
con mi abuela Bocha, las cuales mis ángeles años… nunca pudieron descifrar.
Era dulce… miel con
los niños, pues…tal vez añoraba los hijos que su esposa, para ese entonces, no
procreaba. ¡Era alto!…tan alto que decía dormir con una banqueta al extremo de
la cama para apoyar parte de sus piernas que sobresalían. Era alto, pero ¡tan
alto! que cuando el sol se posaba en mi frente… no alcanzaba a ver su rostro. Negro…
desgarbado… ¡alto, muy alto! Era… ¡un hombre inmenso! como su tierna sonrisa
enmarcada en unos dientes blancos… ¡muy blancos!… adornados con oro.
Lo recuerdo en el
Liceo, pronunciando mi apellido… en las temibles clases de Física. Me parece escucharlo
de nuevo diciéndome… con esa hermosa sonrisa: Marcano… usted es muy, muy inteligente, sólo que no ha aprendido nada de Óptica.
Me duele aún, haber
obtenido en una oportunidad, una calificación de Cero en un examen. Tiemblo solo al
recordar ese incidente ¡Ooohh... Marcano!.
Tiene Cero, pero no se desanime… puede recuperarse.
Desde ese entonces, mi corazón sabía que su intención no era humillarme. Sólo
lo decía…aunque Usted no lo crea… para animarme. Sinceramente, no sé que hubiera sido de mi
vida, sino hubiera eliminado esa evaluación.
Jamás sentí odio, ni resentimiento hacia él. ¡La Onda en el Néstor Luís,
era sufrir por culpa de Zanón!
Seducida por la
sabiduría, me gradué en la Universidad y cuando volvía al Pueblo, fueron…pocas…
muy escasas las ocasiones en las que conversé con él. ¡Qué tristeza me da!...
¡qué pesar siento!... pero, ahora… ¿de
qué me vale?
A Zanón… lo
recuerdo Negro… alto… ¡muy alto!... de sonrisa dulce, ingenua y sincera. Lo
recuerdo respetado por sus alumnos. Prueba de ello, son las distintas
Promociones de Bachilleres que él apadrinó.
A Zanón, lo veo
dibujando con la tiza, aún… más blanca con el contraste de su tez. Lo recuerdo trazando
a pulso… aquellos círculos, casi perfectos… hechos con un rápido giro de su
largo brazo. A Zanón… lo veo sonriendo orgulloso de su obra expuesta en la pizarra verde esperanza. ¡Esperanza de
adolescentes!... ¡esperanza de un ejemplar Docente!
A Zanón… sólo me
queda imaginarlo negro… desgarbado… ¡alto, muy alto!... vestido de blanco… en
alguna dimensión del Cielo…con su tierna sonrisa enmarcada en unos dientes
blancos…¡muy blancos!… adornados con oro.
Ismari Marcano